La gestión documental es un pilar fundamental en el transporte marítimo. Para que tu carga viaje sin contratiempos, la Factura Comercial y el Packing List son dos documentos que no pueden faltar. Aunque a menudo se confunden, tienen funciones muy distintas y complementarias.
La Factura Comercial es el documento legal que certifica la transacción de compraventa entre el exportador y el importador o viceversa. Es el primer documento que la aduana solicita, ya que lo utiliza para calcular los aranceles e impuestos a la importación, como el IVA o el impuesto correspondiente dependiendo del país.
Para evitar retrasos y sanciones en aduanas por un erróneo confeccionamiento, tu factura comercial debe ser precisa y contener la siguiente información:
Nombre, dirección, número de teléfono y, crucialmente, el número de identificación fiscal (NIF/VAT).
Un identificador único para la trazabilidad de la operación.
Describe el producto con claridad. Incluye la referencia del producto, el tipo de unidad (cajas, unidades, etc.) y la cantidad.
El código numérico que clasifica la mercancía a nivel internacional. Es imprescindible para que la aduana aplique el arancel correcto.
El precio de cada producto y el valor total de la mercancía. La aduana utiliza este valor para calcular la base imponible.
La divisa en la que se realiza la transacción (ej. EUR, USD).
El término de comercio internacional (ej., FOB, CIF, EXW) que define las responsabilidades, costes y riesgos del transporte entre las partes.
Detalles sobre cómo se pagará la mercancía.
La aduana utiliza la información de esta factura, junto con el coste del flete y el seguro, para determinar el valor en aduana de la mercancía y así calcular los impuestos a pagar. Un error en el valor declarado puede llevar a multas y retenciones de la carga.
A diferencia de la factura, el Packing List no tiene valor comercial, pero es una herramienta logística y de control indispensable. Es un inventario detallado de tu carga, que describe el contenido, peso y dimensiones de cada bulto. Es la hoja de ruta para la manipulación y la inspección de la carga.
El Packing List es la radiografía de tu envío. Debe ser preciso y fácil de leer, incluyendo:
El número total de paquetes, cajas, pallets, sacos, etc.
Identificadores únicos que permiten rastrear cada paquete (ej., "Caja 1 de 20").
Una descripción simple del contenido de cada bulto.
El peso del producto sin embalaje (neto) y con embalaje (bruto). El peso bruto es crucial para el flete y las operaciones en terminal.
Las medidas (largo x ancho x alto) para calcular el volumen y el espacio que ocupará la carga en el contenedor.
Para vincular el inventario con la transacción de venta.
El Packing List facilita el trabajo de los transportistas, los agentes de aduanas y los operadores de terminal, ya que pueden verificar la carga sin necesidad de abrir todos los paquetes. En caso de una inspección aduanera, la aduana utiliza este documento para comparar la carga con la documentación declarada.
La Factura Comercial y el Packing List son documentos interdependientes. Es fundamental que la información sobre la descripción de la mercancía, la cantidad de bultos y el peso coincida exactamente en ambos documentos. Una discrepancia, por pequeña que sea, puede generar:
Para garantizar que tu documentación esté impecable, confía en un transitario o agente de aduanas. Una buena gestión documental es tu mejor inversión para un transporte marítimo sin sorpresas.
Contrato de transporte marítimo entre el cargador y la naviera.
Documento emitido por el transitario para cada cliente individual.
Listado oficial de toda la carga a bordo del buque.
Acredita el país de fabricación de la mercancía exportada.
Cubre los riesgos de pérdida o daño durante el transporte marítimo.
Contrato entre propietario del buque y fletador para uso del barco.
Garantizan el cumplimiento de normas sanitarias para ciertos productos.