Si transportas grandes volúmenes de mercancía a granel (cereales, minerales, petróleo) o necesitas un buque para un proyecto específico, el fletamento (Chartering) es tu mejor opción. No envíes tu carga por partes, contrata el buque completo y ahorra costes, aunque también supone un desafío y una importante inversión económica.
Es un contrato para el alquiler de un buque completo entre el armador (dueño del barco) y el fletador (tu empresa). Te da el control y la capacidad para mover tu carga masiva de manera eficiente y segura. Dependiendo del tipo de mercancía, existen también distintos fletamentos
Te ofrecemos las tres modalidades de fletamento, cada una diseñada para una necesidad específica.
Necesitas transportar una cantidad específica de carga en un solo viaje.
Quieres que el armador se encargue de todo (tripulación, combustible, seguros).
Prefieres pagar un precio fijo por tonelada de carga.
Ideal para: Envíos únicos de grandes volúmenes de carbón, grano o fertilizantes.
Necesitas el buque a tu disposición por un periodo de tiempo definido (ej. 6 meses).
Quieres tener libertad para decidir la ruta y la carga que llevas.
Estás dispuesto a gestionar y pagar los costes variables (combustible, tasas portuarias).
Ideal para: Empresas con flujos de carga constantes y recurrentes, como grandes petroleras o mineras.
Buscas el control total del buque, como si fuera tuyo.
Tienes la capacidad de contratar tu propia tripulación y gestionar el mantenimiento.
Estás pensando en una solución de largo plazo.
Ideal para: Grandes empresas con experiencia en la gestión marítima.
Para darte una cotización precisa de un servicio como el del fletamento, precisamos saber:
Tipo de carga a transportar
Peso total de la carga
Puertos de carga y descarga
Fechas estimadas del envío
Contrato de transporte marítimo entre el cargador y la naviera.
Documento emitido por el transitario para cada cliente individual.
Detalles de la transacción comercial y contenido de los paquetes.
Listado oficial de toda la carga a bordo del buque.
Acredita el país de fabricación de la mercancía exportada.
Cubre los riesgos de pérdida o daño durante el transporte marítimo.
Garantizan el cumplimiento de normas sanitarias para ciertos productos.