En el mundo de la logística y el transporte, los imprevistos pueden ocurrir a lo largo de toda la cadena: daños, robos o pérdidas. Si no aseguras tu mercancía, corres el riesgo de perder una parte significativa del valor de la misma. Es un error común pensar que el seguro del transportista es suficiente, pero su responsabilidad legal está limitada y, en muchos casos, no cubre el valor total de tu carga, que es una de las situaciones más habituales y que podemos poner un ejemplo:
Imagina un envío de 10.000 € que se daña; el seguro obligatorio del transportista solo podrá indemnizar con unos pocos cientos de euros. El seguro de carga adecuado es la única garantía para proteger tu patrimonio.
Existen dos grandes tipos de seguros, cada uno con una función y un beneficiario distintos. Entender la diferencia es clave para tomar la decisión correcta de trabajar con el seguro obligatorio o decantarnos por la ampliación de la cobertura. Estos son los dos tipos de seguro existentes:
Este seguro es una póliza que el transportista contrata para cubrir su propia responsabilidad legal por los daños que pueda causar a la mercancía. Es un seguro de responsabilidad civil, no un seguro de carga.
Obligatorio para todos los transportistas por carretera en España. Su indemnización máxima está limitada a 6 € por kilogramo de peso bruto de la mercancía.
Obligatorio para transportes internacionales. La responsabilidad del transportista está limitada a 8,33 Derechos Especiales de Giro (DEG) lo que equivale aproximadamente a 10 € por kilogramo.
El seguro a todo riesgo es contratado directamente por el propietario de la mercancía (el cargador o el destinatario) y es el único que protege el valor comercial total de tu carga.
Cubre prácticamente cualquier riesgo de pérdida o daño físico de la mercancía (accidentes, robos, incendios, etc.), desde que se carga hasta que se entrega. Solo excluye riesgos muy específicos como la guerra o la negligencia del expedidor.
En caso de siniestro, recibirás una indemnización por el valor total de tu mercancía, sin las limitaciones de peso del seguro del transportista.
El coste de tu seguro de carga se calcula en base a una serie de factores clave para ofrecerte una póliza a medida:
El valor declarado de la carga es el principal factor.
Si es frágil, perecedera o peligrosa.
El origen, destino y la complejidad de la ruta influyen en el riesgo.
Carretera, marítimo o aéreo.
De forma habitual, las propias compañías de transporte ya ofrecen a los clientes la opción de la ampliación de la cobertura de seguro, por eso es importante antes de realizar el transporte consultar tanto las coberturas como los costes, por eso repasamos cuales son las preguntas más frecuentes que suelen surgir respecto al seguro de transporte:
Generalmente, el propietario de la mercancía (cargador o destinatario), para proteger su inversión.
No, pero es altamente recomendable para cualquier mercancía de valor.
La mayoría de las pólizas no cubren los retrasos, pero sí existen cláusulas adicionales que pueden cubrir pérdidas consecuenciales por retraso.
Cubre la responsabilidad del transportista por daños o pérdidas durante el transporte nacional de mercancías.
Cubre la responsabilidad del transportista en envíos internacionales por carretera según el convenio CMR.
Protege el valor total de la mercancía frente a daños, pérdidas o retrasos durante el transporte.